martes, 6 de octubre de 2009
En mi segundo cumpleaños
La carita llorosa no se debía a cumplir dos años sino a que había estado enferma esos días, según dice mi madre, lo que explica que no me hubiese colocado algún lazo a lo que tan aficionada era. El escenario, el mismo que en el primer cumple: la cocina de casa de mis padres, pero esta vez a los pies de la tele, de las pocas que habría en Agost en aquella época.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Pero què bonica estàs!
Que rao te Mari Pau,estas prexioxa,sembles una monya
Aquí ya si te ibas pareciendo algo a como eres en la actualidad. En una rueda de reconocimiento junto con otras niñas te reconocería.
Publicar un comentario