La fundadora del Museo traza un recorrido de los 200 años de la alfarería de Agost

La fundadora del Museo de Alfarería de Agost hace ahora treinta años, la profesora alemana Ilse Schütz, ofreció una conferencia en la que trazó un recorrido por los 200 años de alfarería del municipio, en los que deja constancia de la evolución de la producción y la situación de las fábricas a lo largo de esos siglos.

La Casa de Cultura de Agost acogió la noche del martes la conferencia "30 años del Museo, 200 años de alfarería en Agost. Un viaje por el tiempo", la segunda actividad programada para celebrar el treinta aniversario del centro.

Schütz comenzó su intervención con una llamada a la unión de todas las administraciones para poder finalizar las obras del nuevo Museo, que se encuentra paralizado por falta de fondos.
La maestra germana contó sus primeras impresiones cuando comenzó a estructurar el Museo, analizó la historia de la alfarería en los últimos 200 años y mostró, entre otros documentos, fotos inéditas de los años en que estuvo viviendo en el municipio y en los que el Museo era totalmente particular.

"A principios del XIX la actividad alfarera era pequeña, pero con la llegada de mecanización y de la mejora de los transportes por tren y carretera, los alfareros comenzaron las exportaciones", explicó Schütz.

Destacó que gracias a su desconocimiento de la alfarería de Agost, su curiosidad no tenía límites y logró, tras un gran trabajo de investigación, recopilación de objetos, documentos y entrevistas orales a los alfareros jubilados en aquella época, crear los cimientos de este Museo.

Schütz recordó que llegó a Agost con 46 años, sola "y con la firme idea de crear un museo" que tuviera una función principalmente didáctica para que los escolares conocieran la historia de la alfarería y las técnicas de elaboración del barro.

Al evento asistieron representantes de asociaciones, de la Universidad de Alicante, de museos, ayuntamientos, consulados, alfareros, ceramistas y vecinos. Tras la conferencia se inauguró en la Casa de Cultura la exposición con el mismo título.
El alcalde de Agost, Juanjo Castelló, anunció en la conferencia que el Ayuntamiento nombrará Hija Adoptiva a Ilse Schütz. El primer edil señaló que la relación de la maestra germana con la alfarería "es digna del mejor guión cinematográfico porque ciertamente ha sido una relación con todos los ingredientes para escribir una bella historia que tiene, como no podía ser de otra forma, un final feliz".

El alcalde justificó el reconocimiento municipal indicando que Agost "está en deuda con Ilse", por lo que en el próximo pleno del Ayuntamiento propondrá a los grupos municipales una moción para que sea nombrada Hija Adoptiva.

"De esta forma, podremos devolverle una pequeña parte de su inmensa generosidad y de su visión de futuro para que las futuras generaciones nunca olviden los aspectos fundamentales de esta tradición alfarera de nuestro municipio", unas palabras que los asistentes recibieron con aplausos.

http://www.diarioinformacion.com/alicanti/2011/06/30/fundadora-museo-traza-recorrido-200-anos-alfareria-agost/1143842.html

Asistí a este acto el martes. Me atrapó el relato de Ilse Schütz, una señora alemana que hace tres décadas llegó a mi localidad, se enamoró de nuestra alfarería y dejó su labor docente de profesora de matemáticas en su Alemania natal para emprender la quijotesca idea de montar un museo aquí. ¿Y hubo de ser una señora extranjera la que se diera cuenta del potencial?, os preguntaréis, conforme nos hemos preguntado muchos. Como bien explicó la señora, mis paisanos hemos convivido con la alfarería toda la vida, por lo que no nos resultaba nada excepcional. Tenían que ser unos ojos ajenos, una mirada procedente de un país industrializado donde la artesanía prácticamente había desaparecido, unida a la determinación teutona, los que pusieran en marcha ese proyecto de investigación, recopilación y puesta en marcha. La conferencia, acompañada de una presentación en power point, fue una delicia y un ejercicio de nostalgia y de emoción al ver fotos de mi padre y de tantos otros que ya no están entre nosotros.