La caída de los gigantes

Sinopsis:
Ken Follet regresa con la trilogía The Century, donde combina la ambientación épica y el drama humano, sello distintivo en sus obras, a una escala nunca antes concebida, ni siquiera por él.
Con la misma habilidad que en sus best sellers ambientados en la Edad Media, en The Century, sigue los destinos entrelazados de tres generaciones de cinco familias: una galesa, una inglesa, una rusa, una alemana y otra estadounidense.
La primera novela, La caída de los gigantes, está enmarcada en los cruciales acontecimientos de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa. La siguiente se centra en la Segunda Guerra Mundial y la tercera, en la Guerra Fría.
The Century narra en esencia el siglo XX y permite contemplar en primera persona una de las épocas más convulsas, violentas y determinantes de la historia.
Una trama épica y apasionante, desde Washington hasta San Petersburgo, del peligro y oscuridad de las minas de carbón a los destellos de las lámparas de las mansiones de la aristocracia.

Acabo de darme cuenta de que hace tiempo que no os he reseñado mis últimas cuatro o cinco lecturas. Esta es la más reciente y me ha ocupado casi dos semanas terminar sus más de mil páginas de letra apretada. Si he llegado hasta el final es prueba de que me ha entretenido lo suficiente como para no abandonarlo a medio camino. No es tan adictivo como Los pilares de la tierra, aunque cumple con las expectativas. Menos mal que no es tan maniquea: ni los malos aquí no son tan malos, ni los buenos tan buenos. A ratos se hace pesado, sobre todo en la parte política y en la bélica. El inconveniente de las novelas con trasfondo histórico es que, a poco que se conozca el período que trata, desaparece el misterio. Por ejemplo, que se pasen páginas y páginas con la incógnita de si Alemania y el resto de países beligerantes entrarán en guerra me parece sobrante pues todo el mundo sabe que la I Guerra Mundial tuvo lugar. Y lo que es peor: una II Guerra Mundial al cabo de pocos años, sin tener en cuenta los millares de muertos que produjo la anterior.

La confrontación mundial y la Revolución Rusa son el telón de fondo de un culebrón bien pergeñado donde se entrecruzan amores y odios entre cinco familias, lo que se le da de perlas al autor. Con mayor o menor acierto, es indiscutible que Ken Follett es un gran narrador y domina los resortes para atraparnos en sus historias. Cuando la publique, leeré la segunda parte, aunque, conociendo mi memoria de pez, probablemente poco recordaré de esta.