Logan

Sinopsis:
Año 2024. La población mutante se ha visto drásticamente reducida y los X-Men se han visto obligados a separarse. Logan, cuyos poderes de regeneración se han debilitado, ha caído en el alcohol y se encarga de cuidar al anciano y enfermo Profesor X. Un día, una pequeña niña aparecerá en sus vidas y Lobezno tendrá que ayudarla. Se llama Laura y tendrán que cuidarla de unos peligrosos sicarios que van detrás de ella, aunque sea capaz de defenderse por sí misma con su extraordinaria destreza de combate. Por esta razón, comienza una implacable persecución hacia los mutantes que protegen a Laura y el gran secreto que ella esconde.

La despedida de Logan se merecía que la viéramos en pantalla grande. Fuimos el sábado al centro comercial huyendo de la lluvia, comimos allí y entramos al cine. Si en John Wick 2 me quejaba de la violencia, aquí le aventaja, aunque me da la impresión de que es más salvaje por más realista, con todo lo realista que se pueda esperar de unos mutantes. No cabía esperar otra cosa de un western crepuscular, porque encaja en el género, al que homenajea explícitamente con imágenes de Raíces profundas. La confesión de Shane enmarca la despedida de Logan.

Es una película que cala a los que hemos seguido la saga de X-Men desde la primera entrega hace ya 16 años, porque todos hemos envejecido como Logan, como el profesor Xavier (con una silla de ruedas mucho más cutre que las molonas que yo envidiaba), todos hemos madurado y sufrido los avatares del paso del tiempo. Es una película adulta, por lo que decepcionará a quienes buscan aventuras con golpes de humor al estilo de los Vengadores. A mí me emocionó e incluso se me llenaron los ojos de lágrimas en la última secuencia.

En cuanto a Hugh Jackman, qué os voy a decir: sin centrarme en lo espectacular de su físico, a pesar de las múltiples cicatrices, las arrugas, las canas y las gafas de presbicia, en esta película es donde destaca más como actor y despliega un abanico más amplio de emociones. Enormes también Patrick Stewart y la niña Dafne Keen, que resulta que es medio española y se ha doblado a sí misma. Este último dato lo sé porque cuatro frikis nos quedamos hasta el final de los títulos de crédito por si había una escena añadida (que no) y leí la ficha de doblaje.

Me ha gustado mucho esta entrega y me da pena que de verdad pueda ser la última.