Menuda juerga montamos con el dichoso amigo invisible, que aquí adquiere género femenino en su totalidad.
Con más de medio siglo a las espaldas y la ilusión que nos hacía entregar y recibir un regalo a una amiga querida.
Lo de "invisible" sobra, porque más pronto o más tarde sonsacamos la información de quiénes regalan a quiénes.
Nos da igual, ya que todos los obsequios nos encantan, más teniendo en cuenta el cariño con el que se eligieron y entregaron.
Aquí nos veis con ellos.
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