Sinopsis
Un coleccionista millonario le hace una propuesta irresistible al joven crítico James Figueras: entrevistar en exclusiva a Jacques Debierue, el artista más legendario e inaccesible del mundo de la pintura. A cambio, el coleccionista le pide a Figueras que robe una obra de Debierue, que vive escondido en un recóndito paraje de Florida. Al crítico se le abren dos posibilidades: hacer lo correcto, o bien convertirse en un criminal para conocer al mayor genio artístico vivo y escribir un ensayo sobre él que le dará un prestigio internacional. El ambicioso Figueras tiene claro el camino a tomar.
Habiendo ocupado buena parte de las lecturas estivales con libros voluminosos, me apetece leer otros con un número de páginas considerablemente menor. Este está sobre las doscientas páginas. Aún me parecen muchas para lo que cuenta.
El libro pertenece a una colección de novela negra. Sin tener intención de destripar nada, tal adscripción solo se ve en las últimas páginas. El resto lo ocupa una trama no exenta de interés, de no ser por las digresiones sobre arte y los críticos del gremio. El protagonista es un ejemplo perfecto de mansplaining. Qué tipo tan cansino y engreído. De aquí se deduce que los personajes no se esfuerzan por despertar la empatía del lector.
Además, mi apreciación del arte moderno no comulga con la pedantería imperante de los críticos que se creen en posesión de la única verdad. En cierto modo, me ha recordado la obra teatral Arte, de Yasmina Reza.
Sé que hay una película basada en el libro. Si la encuentro, la veré por pura curiosidad y os contaré.
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