Lo nunca visto

 

Sinopsis:

Berto Romero vuelve más sincero que nunca. LO NUNCA VISTO es, como su nombre indica, un show completamente inédito en su carrera. Y eso que ya es mayor y se le ocurren menos cosas.

Y, contra todo pronóstico, presenta 90 minutos de magia, música, efectos especiales, sorpresas y mucha risa. En realidad, de lo que hay más es de esto último, pero lo hemos puesto al final de la lista porque eso ya se veía venir.

Y para acabar, otra frase bastante flipante:

Lo nunca visto: hay que verlo.

Madre mía, qué ingenioso todo.

El plan del viernes estuvo al punto de irse a la porra. Iba a ir a ver Lo nunca visto, el último espectáculo de Berto Romero, con mi sobrino Toni, su esposa Carla y mi amiga Nati a la función de las 20:00 h. Hora y media antes vinieron a por mí. El problema surgió cuando no se desplegaba la plataforma de la furgoneta, no había manera. Menos mal que a Nati se le ocurrió que sería favorable encender el motor y ahí fue donde se descubrió que la batería estaba descargada ya que hacía más de un mes, desde el día de Navidad, que no se había movido. Mi sobrino llamó a su hermano para que enviase a alguien del taller, que está en San Vicente, para que trajera el aparato que carga la batería. A todo esto, los minutos volaban que se las pelaban y ya, atacada de los nervios, me ponía en lo peor, que llegaríamos tarde y no nos dejarían entrar en el teatro. La cuestión es que llegó el aparato, subimos a la furgo y hacia Alicante. Llegamos unos minutos antes de las ocho y nos sorprendió no encontrar mucha gente a la cola. ¡Y es que la función era a las 20:30! No hay mal que por bien no venga.

Berto Romero es uno de los mejores cómicos de la actualidad. Sigo su carrera desde que empezó a trabajar con Andreu Buenafuente: incluso fui a ver su programa de televisión en Barcelona en 2009. Ofrece un espectáculo completo, no por los números musicales ni los complementos de vestuario sino por un monólogo bien articulado y trabajado, engarzado hasta la menor pausa, y todo dando la impresión de frescura. No está recomendado para menores de edad, y con razón, que encontramos al Berto más deslenguado y procaz, tocando gran cantidad de palos, desde la anatomía genital masculina, el consumo de drogas, la diferencia entre la medicina de los años ochenta y la de ahora (¿dónde están los supositorios?), los perros y gatos como mascotas, la vejez, referencias cinéfilas, el respeto del público, la sociedad como basura, hasta las diferencias de clase, por poner escasos  ejemplos, todo ello durante más de hora y media de risas, sonrisas y carcajadas que tanto necesitaba.