Sinopsis:
Mayo de 2017. El cadáver de un hombre aparece calcinado en el interior de un coche en el pantano de Foix, en Barcelona. Se trata de Pedro, un agente policial. El suceso despierta rápidamente el interés de la opinión pública, y más a medida que la investigación va revelando una red de relaciones tóxicas, engaños, violencia y escándalos sexuales que involucran a Pedro y dos de sus compañeros policías: su pareja Rosa y el exnovio de ésta, Albert.
Hace unos días apareció en los medios una noticia relacionada con Rosa Peral, la protagonista del truculento crimen de 2017 del que aún se habla. Me recordó la serie de Netflix que lo recrea y me puse a verla.
Para empezar, un aplauso para Úrsula Corberó por la recreación de un personaje tan sumamente complejo, tanto que no acabo de entender su motivación para llegar a actuar como lo hizo. En cambio, me costó un poco más conectar con la interpretación de Quim Gutiérrez de su tontolaba violento.
Otra cosa que me chocó fue, como suele pasar en casos donde se emplean dos lenguas como el castellano y el catalán, que se pasa de una a otra sin sentido en el mismo diálogo.
Casi al final -cortita que soy- me percaté del doble significado del título: el fuego de la pasión que consume a los personajes y el que calcina el cadáver de la víctima.
Y qué buena banda sonora con canciones emblemáticas en español que conectan con el contenido de cada episodio.
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