La obra roza lo absurdo por momentos de modo que el público, en su mayoría de la tercera edad y alentado por las facilonas revistas musicales que habían visto las semanas previas, salió escaldado y despotricando de que aquello no tenía sentido. Menos mal que coincidieron en que la labor de los tres actores era encomiable. Sin ser una obra redonda, me agradó y creo que los asistentes no jubilados fueron de mi opinión. No seré yo quien niegue el derecho de los mayores a entretenerse, pero más justo es que el abanico de opciones se extienda a todas las edades.
lunes, 15 de diciembre de 2008
Hablemos a calzón quitado
El domingo 30 de noviembre, tras el bautizo de Anna, fui a la última de las representaciones teatrales programadas en la Casa de Cultura, titulada Hablemos a calzón quitado. Los personajes por una parte son un padre que es una madraza, un “tonto” que es más listo que el hambre y un revolucionario desarmado que habla de dignidad y de moral. Sin embargo, el padre lleva una doble vida como travestido que a la luz de la luna le saca los cuartos a los taxistas del lugar a golpe de pistola y el que parece tonto resulta un Sherlock Holmes muy “particular”, tras la pista de todo este embrollo. Todo eso y mucho más es lo que se encuentra Martín, un joven licenciado en filosofía, al que Juan y su padre le abren las puertas de su hogar de par en par invitándole a instalarse en un hogar que dista de ser ideal. Martín enseña a Juan que la verdad está en los libros y que hay vida más allá de las faldas de su padre. Pero ¡qué difícil es la libertad, el enfrentarse al mundo real!
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3 comentarios:
Muy buenas fotos y obra original según cuentas.
Que conste que las fotos no son mías sino de la web de la compañía teatral.
Me gusto y sali muy contenta de la representacion.Y la interpretacion del que parece tonto es genial.
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