lunes, 22 de diciembre de 2008

Reflejos


Sinopsis:


Ben Carson ha tenido días mejores. Ha pasado casi un año desde que el inestable detective fuera suspendido de su trabajo en el Departamento de Policía de Nueva York tras haber disparado fatalmente a otro policía que trabajaba de incógnito, un accidente que no sólo le costó su empleo, sino que le llevó al alcoholismo y desató la ira que le alejó de su esposa e hijos, teniendo que pernoctar ahora en el sofá de su hermana, en Queens.

Ansioso por superarlo y reunirse de nuevo con su familia, Carson se emplea como vigilante nocturno en las calcinadas ruinas de los almacenes Mayflower. Lo que una vez fue símbolo de prosperidad y opulencia ahora va deteriorándose en la oscuridad, igual que se va corrompiendo un barco fantasma, devastado por un gigantesco fuego que se cobró muchas vidas inocentes.
Mientras Carson patrulla por los espeluznantes y chamuscados restos de los almacenes Mayflower, advierte algo siniestro en los fastuosos espejos que adornan sus paredes. En su inmenso cristal se reflejan unas imágenes terroríficas que inquietan profundamente a Carson.

Además de proyectar terribles imágenes del pasado, parece que los espejos también manipulan la realidad. Al ver cómo es torturado su propio reflejo, Carson experimenta el efecto físico de las lesiones que está viendo. Inesperadamente, el desorientado ex policía ha de enfrentarse a sus propios demonios y a los que ha provocado su reflejo, los cuales le atormentan produciéndole convulsiones, haciéndole sangrar repentinamente y casi le ahogan.



Como buena película de terror que se precie, el objetivo es hacer pasar al espectador un mal rato, y esta cinta lo consigue, aunque sólo sea por algunas escenas desagradablemente gore. Nos encontramos con un buen puñado de tópicos, tanto en la historia como en la manera de ser contada, que me recordó muchísimo a un episodio de Sobrenatural. Y para colmo de males, su protagonista, Kiefer Sutherland, continúa con su misma expresión aburrida sin aportar credibilidad. Mejor céntrate en Jack Bauer y en repartir tortas, que lo de ir de víctiva no va contigo, Kiefer.


Sangre, terror y nada nuevo.

2 comentarios:

Juanfra dijo...

¿Se veía bien? Porque la habrás visto piratilla.
Yo también la he visto hará un par de meses en el cine. Como tú dices, una cinta para pasar el rato. Existe una primera versión japonesa que no he llegado a ver.

Conchi dijo...

Se veía perfecta y, en efecto, era piratilla