Cuando Raphael aterriza en una u otra población, el revuelo está garantizado. Las entradas se agotan enseguida y los numerosos y variopintos espectadores se preparan para recibir por todo lo alto al Niño de Linares. Ayer, en el escenario de Lucentum, fue el mismo de siempre pero con la solera que da la veteranía. Dispuesto a emocionar y a convertir las canciones en algo muy suyo, en pequeños monólogos que asume con absoluta entrega. Y es que Raphael es un gran comediante del mundo de la música. Domina las tablas y esos movimientos con genuino sabor raphaeliano. Es generoso y por ello recibió cariño, piropos y aplausos en grandes dosis del público asistente.
Nunca le faltan ilusiones ni energía y ofrece lo mejor de sí mismo en cada actuación. Anoche, en el Tossal de Manises de Alicante, llenó el aforo de 1.200 asientos ante un público con ganas de participar y oír algunos de los temas clásicos de su repertorio y del nuevo álbum, Te llevo en el corazón, que da nombre a la gira mundial del mítico cantante jienense.
Homenajea a la música popular latinoamericana e interpreta canciones de su dilatada trayectoria. Es Raphael en concierto con 50 años de carrera musical y 50 millones de discos vendidos. Celebra sus bodas de oro sobre los escenarios y lleva en el corazón la música y al amplio club de seguidores.
Surge Raphael y el público se desborda. El concierto arrancó con algunas canciones de su discografía. Primero sonó Ahora, tema que interpretó a capella hasta que se incorporaron los músicos. Le siguieron La noche, Mi gran nocheDigan lo que digan, y realizó un recorrido por las piezas musicales de Te llevo en el corazón, con los tangos A media luz, Cuesta abajo, En esta tarde gris.
El cantante agradeció la presencia y el calor del respetable. Aseguró que ha venido a Alicante "tropecientas veces" y se mostró muy agradecido por el hecho de que "me hayan llamado una vez más". Tuvo palabras de elogio para el recinto, donde actuó por primera vez y felicitó a los organizadores.
Después siguió cantando historias de amor y desamor con diferentes ritmos y con enormes ganas de continuar siendo un constante aprendiz, aunque el pasado mes de junio recibió el Disco de Oro por las ventas de su último álbum.
La actuación presentó un buen surtido de boleros, rancheras y tangos. Naturalmente Raphael reinventa los tres géneros con una puesta en escena apropiada para la ocasión y con las peculiaridades de su inconfundible marca.
La banda musical, bajo la dirección del pianista argentino Juan Esteban Coacci, estuvo formada por bajo, contrabajo, batería, teclado y guitarra eléctrica, además de trompeta, bandoneón y violín especialmente indicados para esta actuación, con la que recorre la música sudamericana.
Los instrumentistas arroparon a Raphael y elevaron la altura del mito, una leyenda viva que enardece a la afición, que interrumpió en varias ocasiones al artista con sus aplausos. Piezas emblemáticas de uno u otro signo con las expresiones y la fuerza vocal del de Linares.
Fueron desfilando por el escenario de Lucentum boleros como Envidia, Tú me acostumbraste, Tres palabras, Toda una vida, Miénteme, temas que calaron en especial en el abundante público femenino. Y uno de los momentos mágicos fue la interpretación "a dúo" de Volver con Carlos Gardel, a través de una radio de los años 30 con la que escenificó que el argentino cantaba el legendario tema. Y también hubo espacio para las rancheras, como Si Dios me quita la vida, Piensa en mí, Fallaste corazón.
La ciudad ibero romana de Lucentum brilló con la estrella de la canción ligera. El graderío tenía más ardor a medida que el concierto seguía su curso con otras canciones. Y no faltaron temas emblemáticos como Escándalo, En carne viva, Como yo te amo o Maravilloso corazón maravilloso. El público responde y Raphael lo sabe.
http://www.diarioinformacion.com/cultura/2011/08/05/raphael-eterno-aprendiz/1155506.html
1 comentario:
"Como yo te amo" tiene una bella letra y así como esta hay muchas mas.
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