"Capturado por la policía mexicana, “Driver” (Mel Gibson) es enviado a una prisión extraña y peligrosa conocida como “El pueblito”. Un sitio difícil para un extranjero a no ser que tengas la ayuda de alguien que conozca las reglas… Un niño de 10 años".
La película es un sinfin de eventos (persecusiones de autos, disparos, peleas brutales, drogas, sexo...) en un marco de una prisión mexicana a donde llega un norteamericano a poner fin, sin ser este su objetivo, para salir bien librado (como siempre sucede con los norteamericanos en el extranjero). Es el tipo de películas que hace Quentin Tarantino, desde drama, tragicomedia, humor ácido y situaciones irreverentes. Ponen al sistema mexicano por la calle de la amargura (claro que no están tan errados), con una gran lista de actores mexicanos (muy buenos) representando a corruptos y delincuentes. Tiene momentos en los que no te puedes enojar aunque sea una realidad cruel y latente en el país, porque tiene un sello humorístico. Lo único es que los hechos suceden en la frontera de Tijuana (en el estremo noroeste de México) y se filmó tanto en Tijuana como en Cd. Juárez (en el norte de México) y en Matamoros (en el extremo noreste). En esta última son solo tres escenas que ilustro con tres imágenes: la aduana de Matamoros, cuando sale del país a arreglar cuentas con los que lo quieren matar (primera foto), la aduana de Brownsville, donde es revisado por agentes de migración (segunda foto) y donde hace la llamada haciéndose pasar por Clint Easwood (en una calle donde vamos de compras en el centro de Brownsville, donde por cierto no hay teléfonos públicos).
Si se trata de reirse de nuestros problemas (corrupción, delincuencia, etc.) esta funciona. Pongan atención en las canciones que se usaron como fondo musical (son melodías que no a todos gusta pero son muy populares).
En España se llamó "Vacaciones en el infierno".
1 comentario:
No me suena que se haya estrenado en España.
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