Sinopsis:
Cuenta la historia de Cameron Black, un mago
mundialmente famoso con una prometedora carrera que está plagada de escándalos.
Uno de ellos no tarda en salir a la luz y el protagonista ve cómo sus
oportunidades de triunfar desaparecen ante sus ojos. La única solución que ve
para seguir practicando su magia es aliarse con el FBI para convertirse en el
primer mago asesor del equipo. Así, y gracias a sus conocimientos en magia e
ilusionismo, su misión del día a día consiste en ayudar al gobierno a resolver
crímenes que desafían toda lógica y explicación coherente.
Son numerosas las series en que un agente del FBI es ayudado por seres dispares, desde una especialista en huesos hasta una medium pasando por un ama de casa o un demonio.
En este caso el asistente es un mago de éxito que pone sus trucos para resolver crímenes y salvar de la cárcel a su hermano gemelo que se vio involucrado en un asesinato. Vale que la verosimilitud queda en entredicho la mayoría de las veces, pero, cuando se ha entrado en la dinámica de los personajes, la serie resulta entretenida.
También ayuda la presencia del inglés Jack Cutmore-Scott y sus adorables hoyuelos. El punto más terrenal y latino lo aporta el siempre eficaz Amaury Nolasco.
La primera temporada de 13 episodios termina con un final propicio para
continuar. Si está renovada, la veré.
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