Esta es mi vida

 

Cuando iba a entrar a ver Los puestos de Madison me encontré a Rosa, una señora en silla de ruedas a la que había conocido en el viaje a Asturias. Como nos seguimos por Facebook, me enteré de que había publicado un libro, Esta es mi vida, de obvios tintes autobiográficos. La contacté para comprárselo, más sabiendo que los beneficios los donaba a Cáritas. 

En el libro narra los momentos más destacados de su vida hasta ahora: su familia, el enfrentamiento con su discapacidad, las operaciones que sufrió, la lucha por encontrar trabajo, el nacimiento de su hija, sus aficiones, sus viajes, conocer al amor de su vida cuyo fallecimiento lamenté, sus poesías,.. 

En la dedicatoria me escribe que probablemente me identifique en muchos aspectos y, salvando la diferencia de edad y de que su discapacidad es bastante menor que la mía, así es. Tanto que llegué a pensar que yo podría hacer lo mismo. Hasta tal punto se atrevió mi poca vergüenza. La vocecita que jaleaba "¡Hazlo tú!" no tardó ni dos segundos en ser acallada por mi vaguería y la seguridad de que mi vida carece de interés. Para eso, quizás, tengo el blog.