Sinopsis:
Eddie Horniman es un hombre que hereda inesperadamente la enorme finca rústica de su padre y descubre que forma parte de un imperio del cannabis. Por si fuera poco, varios hampones de Gran Bretaña reclaman un trozo del pastel. Decidido a mantener a su familia lejos de las garras de los mafiosos, Eddie intenta vencerlos en su propio territorio, pero a medida que se sumerge en el mundo criminal, empieza a encontrarle el gusto.
Me puse a ver la serie de Netflix The Gentlemen por Theo James, muy mono él, aunque me temo que no ha hecho el papel más adecuado de su carrera. Aquí el protagonista es Guy Ritchie, el director, que deje su impronta en cada plano, tan identificable que no podría ser de otro autor. Mira que le gustan a este hombre los bajos fondos, los mafiosos, los delincuentes de medio pelo y los de pelo entero, hasta los aristócratas, como en esta ocasión. En consecuencia, venga violencia, tiros, golpes y torturas varias, eso sí, con cierto componente de humor negro, marca de la casa, igual que en la película original.
Es autoconclusiva, menos mal, aunque no me extrañaría que la quisieran alargar en otra temporada.
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