domingo, 16 de febrero de 2025

Mi pequeña librería

 


Sinopsis:

Una carta de amor de Máximo Huerta a la literatura y un homenaje a todas las librerías  Máximo Huerta regresa a Buñol para cuidar a su madre y los recuerdos se amontonan: las primeras lecturas, los vecinos, los días de lluvia, las tardes de rotuladores, chocolate y el abrigo de las primeras lecturas. "Sin leer estaría muerto", reconoce el autor.


Creo que en este blog habré reseñado todas las novelas de Máximo Huerta, lo que no significa que me acuerde de ellas, debido a mi memoria cortoplacista. Lo que sí recuerdo es que, en general, me dejaron buen sabor de boca.

Quizás no tanto como este libro, que no es una novela propiamente dicha sino un compendio de textos vertebrados por el amor a la literatura y las vivencias ocurridas hasta poner en marcha en su pueblo La librería de doña Leo, su perrita.

Me identifico con el niño que fue, embebido en la lectura, y comparto con él la pasión por las letras, las historias, los personajes,..

Por eso me da tanta pena que las nuevas generaciones, absorbidos por las pantallas, no lleguen a disfrutar como yo:

"¿Cómo convencer a un niño para que deje las pantallas y vuelva a entrar en una cueva de piratas que hay que imaginar, o en un barco que atraque en una isla o en una nave espacial atrapada en la galaxia? ¿Cómo convencerles para leer, ellos que pueden?"

Además de un texto precioso (la única parte que me he saltado son unas cartas que dirige a los protagonistas de sus novelas que, como he dicho, poco retengo), el volumen contiene ilustraciones del propio autor.

Me ha encantado. 



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