sábado, 11 de octubre de 2025

Un día cualquiera en Nueva York



Sinopsis:

Es una provocadora nata, capaz de bajarles los humos a la mayoría de sus conciudadanos y de reírse de cualquier situación: la búsqueda de apartamento, las facturas de teléfono impagadas, un viaje, las firmas de libros, el dormir (o no dormir) a horas indecentes, las ansias de triunfar, tomar unas copas con celebridades, los buenos restaurantes o la (adulta) educación de los hijos. Por si todavía no lo han adivinado, hablamos de Fran Lebowitz. Hablamos de Nueva York. 


Este es uno de los libros intercambiados de la estantería del Hospital de San Vicente. Como es una recopilación de artículos o algo así, no me pareció conveniente leerlos de corrido sino simultanearla con otras lecturas.

Escrito en los años ochenta, parece el testimonio de una época mucho más antigua, que es lo mismo que reconocer el puñado de lustros que cargo a la espalda. Ubicado en el Nueva York de la clase intelectual (aunque también se burla de ella), no capto muchas de las referencias que maneja la autora, que probablemente tampoco captaría la mayoría de sus coetáneos y compatriotas fuera de la Gran Manzana. Aun así, me ha gustado la ironía, más o menos fina según lo requiera el tema, el cachondeo y el saber reírse de sí misma y de la modernidad cultureta.


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