Sinopsis:
Se desarrolla semanas después de que Dexter Morgan reciba una bala en el pecho disparada por su propio hijo, cuando se despierta del coma y descubre que Harrison ha desaparecido sin dejar rastro. Al ser consciente del peso que ha depositado sobre su hijo, Dexter pone rumbo a Nueva York, decidido a encontrarle para arreglar las cosas. Pero pasar página no resultará fácil. Cuando Ángel Batista, agente de policía de Miami, aparece haciendo preguntas, Dexter se da cuenta de que su pasado le pisa los talones. Mientras padre e hijo lidian con sus propias sombras en la ciudad que nunca duerme, pronto se verán sumidos en unas profundidades que jamás habrían imaginado; y la única manera de salir a flote será hacerlo juntos.
Años después de terminar las temporadas regulares de Dexter, volvió el personaje en otra serie, Dexter: New Blood, supuestamente autoconclusiva que se cerró con su muerte. Pero no, que Dexter se quedó en coma y su voz en off nos recuerda sus primeros pasos como asesino en serie con causa, en Dexter: Pecado original. Me gustó el reencuentro con los personajes de antaño.
Ahora, según el título, "resucita", tras una explicación plausible. Como seguidora de la serie, me daba prevención que fuera una estirada del chicle más. Por fortuna, me equivoqué.
He disfrutado de esta temporada, de la relación paternofilial, de cómo Dexter se reinventa para huir de su pasado y poder dar rienda suelta a su instinto asesino siguiendo el código que su padre adoptivo le inculcó de matar a criminales.
Además, cuenta con la aparición de secundarios como Uma Thurman, Peter Dinklage y Neil Patrick Harris.
A tenor de esta última resurrección, dadme más Dexter.

No hay comentarios:
Publicar un comentario