Sinopsis:
Una historia a la vez misericordiosa y despiadada sobre un hijo, un padre y un último amanecer. Gueorgui Gospodínov, ganador del premio Booker Internacional, nos ofrece un relato íntimo y desgarrador sobre el amor filial y la inevitabilidad de la muerte.
"Mi padre era jardinero. Ahora es jardín". Con esta premisa tan contundente como hermosa empieza este libro breve que me ha emocionado y me ha encantado, a pesar de la tristeza que destila, producida por la muerte del progenitor.
Tristeza, dolor, impotencia ante la enfermedad terminal, los cuidados a una persona dependiente, los recuerdos que se desencadenan ante la pérdida,... Hay tal cúmulo de sentimientos y están tan bien expresados que el libro es una delicia, incluso a pesar del desgarro emocional.
No conozco al autor búlgaro, que al parecer es bastante premiado. Quiero destacar la labor de la traductora, que ha conseguido una prosa fluida y natural que no chirría en ningún momento.
Vuelvo a creer en la literatura.
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