La canciller alemana se ha quejado de lo cariñoso que es el presidente francés, quien no duda en cogerle por los hombros y darle efusivos abrazos.
Sin embargo, como buena alemana, no le gusta mucho que le toquen y ha confesado que no soporta las palmaditas en la espalda o los brazos rodeándole el cuello. Es más, Merkel considera que estas muestras de cariño son una falta de educación.
A pesar de estas sorprendentes declaraciones, son muchos los que afirman que no se trata de nada personal, sino de una cuestión cultural. Angela Merkel es alemana y, además, protestante, lo que significa que está acostumbrada a mantener las distancia y la austeridad con las personas.
Por el contrario, Nicolás Sarkozy, quien ya dio muestras de lo cariñoso que es con su mujer Carla Bruni, es del mediterráneo, donde la gente es mucho más cercana. Los alemanes prefieren darse la mano y, los franceses, los besos.
Chiste: http://blogs.publico.es/vergara/
La verdad es que el pequeño Nicolás tiene pinta de sobón. ¿Se acordaría de este modelo que lució en la inauguración de la Ópera Nacional de Oslo y que tanto dio que hablar? Los medios destacaron la "audacia" del vestido, y para ser justos hemos de decir que el escote es "generoso", pero bien que hace la buena mujer de mostrar lo que es suyo.
O a lo mejor es que Sarko es un pelota redomado y le da por abrazar a cuantos líderes le convengan para sus intereses.
3 comentarios:
Se ha buscado justificación para la protesta de Merkel aduciendo que ella es alemana y que no le gustan los toqueteos pero no, no es por eso, queridas mías, es porque el Sarko es feo, feo, parece el inspector Gadget, y además bajito jaja... Ya verías como esta ilustre matrona no se hubiera quejado si fuera un bombonazo!
Sarko tiene pinta de ser un poco babosillo, y la Merkel un poco estreñida ... mala combinación ...pero los prefiero a Berlusconi éste sí que parece asqueroso del todo.
Ahí te alabo el gusto, Jesús. A decir verdad, no es que haya mucho maromo para elegir entre los prebostes de la política, pero todo tiene sus límites. Y pensar que tanto Sarko como Il Cavaliere (tiene guasa llamarle eso) gozan de merecida fama de seductores. Pues será la erótica del poder, porque otra cosa... Ah, y hablando de parejas improbables y del encanto aún más improbable de Berlus, me acuerdo de cierto escandalillo que saltó a cuenta de la larga mano del primer "menistro" italiano en relación con cierta ministra finlandesa que, con todos los respetos hacia la señora, tenía unos encantos similares a los de la Merkel. Yo diría que incluso menos prominentes. Pues Berlus nos salió tocón también en aquella ocasión. No sé, no sé, tanta reunión, tanta cumbre, tanto punto G, ¿será que ahí se tocan temas muy candentes y por eso ZP quiere apuntarse a la próxima a toda costa? Misterios de la alta política.
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