Sinopsis:
Patricia D. Cornwell, la popular creadora de novelas de intriga, vuelve con esta magnífica obra al complicado mundo en que se desenvuelve la intrépida doctora en Medicina Legal Kay Scarpetta.
Patricia D. Cornwell, la popular creadora de novelas de intriga, vuelve con esta magnífica obra al complicado mundo en que se desenvuelve la intrépida doctora en Medicina Legal Kay Scarpetta.
Una escritora solitaria, Beryl Madison, se refugia en Miami intentando huir de las amenazadoras llamadas telefónicas que la acosan desde hace meses y de la angustiosa sensación de que alguien observa todos sus movimientos. Pero no hay escapatoria para Beryl, pues en cuanto regresa a su hogar es brutalmente asesinada. A partir de ese momento, Kay Scarpetta comienza a atar los cabos de las intrincadas pruebas forenses a la vez que, sin darse cuenta, va acercándose a un asesino que acecha en la sombra.
Me estoy aficionando a las novelas de Patricia Cornwell protagonizadas por la forense Kay Scarpetta, de las que ya os comenté una hace unas semanas. Además de estar correctamente escritas y de saber mantener el interés, combinan investigación con avances científicos, además de contarnos cómo evoluciona la vida personal de la forense, una treintañera soltera, tan concienzuda en su trabajo que le resulta complicado entablar relaciones sentimentales. Y es que eso de trabajar destripando muertos no resulta muy atractivo a la hora de ligar. A lo que hay que añadir que Kay tampoco es muy partidaria de rollos de una noche. Como ya os comenté en su día, me recuerda a la doctora de Bones.
Me estoy aficionando a las novelas de Patricia Cornwell protagonizadas por la forense Kay Scarpetta, de las que ya os comenté una hace unas semanas. Además de estar correctamente escritas y de saber mantener el interés, combinan investigación con avances científicos, además de contarnos cómo evoluciona la vida personal de la forense, una treintañera soltera, tan concienzuda en su trabajo que le resulta complicado entablar relaciones sentimentales. Y es que eso de trabajar destripando muertos no resulta muy atractivo a la hora de ligar. A lo que hay que añadir que Kay tampoco es muy partidaria de rollos de una noche. Como ya os comenté en su día, me recuerda a la doctora de Bones.
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