La conjura de El Escorial

Sinopsis:

La Conjura de El Escorial es un trepidante thriller histórico con intrigas políticas y policíacas, encuadrado en las luchas y disputas entre la Casa de Alba y sus fieles por un lado y la Casa de los Mendoza con Antonio Pérez y la Princesa de Éboli por otro.

La noche del lunes de Pascua de 1578, unos asesinos a sueldo emboscan a Juan de Escobedo, dándole muerte...

La Conjura de El Escorial es una película histórica basada en hechos reales, donde el poder y la muerte conspiran en la Corte de Felipe II.

El sábado, con el mono derivado de que hacía semanas que no íbamos al cine y desafiando a la prevista tromba de agua que al final no llegó, cogimos la furgoneta rumbo a unas multisalas. Como es habitual, elegimos películas distintas: Pedro entró a ver Babylon, una de matar y degollar, como yo las califico, con el calvote de Vin Diesel, y servidora, por descarte, no porque realmente me apeteciera, se metió en La conjura de El Escorial, que narra un hecho histórico poco conocido entre el gran público, como es la traición de la Princesa de Éboli a Felipe II, y las luchas de poder en la corte. Habiendo disfrutado de Elizabeth, la edad de oro, que más o menos sucede por las mismas fechas y comparte algunos de sus personajes, me preguntaba qué tratamiento le darían mis paisanos. En conjunto, un tanto decepcionante, me temo.

Para empezar, no entiendo por qué una película de historia española, rodada en España y que tiene como escenario las intrigas palaciegas de Felipe II, fue rodada con actores extranjeros como protagonistas y en inglés. Tendría lógica si se hablara de superestrellas internacionales, pero no se puede afirmar que Julia Ormond o Jason Isaacs sean un reclamo de las carteleras, con lo cual no se explica del todo esta decisión. Quizás sea una cuestión de llegar a taquillas internacionales. Pero si se reflexiona sobre el tema, las últimas producciones históricas no suelen tener suerte en el mundo del cine últimamente.

Para colmo, el doblaje deja mucho que desear, no sólo entre los actores españoles, que rodaron en inglés, que se doblan a sí mismos con un resultado pésimo. Da la impresión de que en inglés hablaban despacito, supongo que para lograr la mejor pronunciación, pero el efecto al doblar es como retardado.

También chirrían tantos ojos azules y tanta dentadura perfecta. ¡Que estamos en la España barroca, por Dios! Por no hablar de una inverosímil historia de amor entre un agente de la justicia viejuno y una morisca jovencita, que no hay quien se la crea.

Y es una lástima porque el filme cuenta una historia interesante, en escenarios espectaculares (reconocí los lugares de Úbeda que me enseñó Juanfra en mi visita estival) y vestuario de infarto, pero no parece suficiente al acabar el visionado para considerar el filme como una buena apuesta en la taquilla. Por momentos se hace lenta y se pierde el interés del espectador.

Afortunadamente, Jordi Mollà está guapísimo aunque haya bajado de cargo: si en Elizabeth, la edad de oro era el mismísimo Felipe II, aquí cede el trono a Juanjo Puigcorbé para hacerse cargo del intrigante pero justo Mateo Vázquez.