Al ser el primer fin de semana de las rebajas se nos ocurrió ir el domingo a una de esas macrotiendas de artículos deportivos a comprarle unas botas y unas sudaderas a Pedro.
¿Quién dijo crisis? Aquello parecía el fin del mundo: hordas y hordas de compradores o visitantes cargando cestas de productos. La verdad es que el ahorro era sustancial. En apenas cuatro días de rebajas muchas tallas estaban agotadas y los pobres muchachos que trabajaban allí se volvían locos reponiendo género.
Si tenemos ocasión, iremos la semana que viene a buscar algo para mí, aunque a ese paso sólo quedará lo más horroroso que nadie se haya atrevido a comprar.
Y vosotr@s, ¿habéis picado en las rebajas?
2 comentarios:
Pues yo no soy muy de rebajas.Estoy esperando que pongan la nueva coleccion de primavera para empezar a comprar.
Pues yo no he ido a las rebajas, aquí en Guadalupe no hay. Si marcho unos días a Cáceres igual pruebo pero ya tampoco quedará nada.
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