Sinopsis:
Esta comedia de acción supone un viaje arriesgado al crimen y los bajos fondos del Londres contemporáneo, donde el sector inmobiliario ha desbancado a las drogas como el mayor mercado, y los delincuentes son sus protagonistas más activos. Pero para todo el que quiera entrar en él - desde el delincuente de poca monta Uno Dos hasta el turbio billonario ruso Uri Obomavich - tiene que pasar por un único hombre: Lenny Cole.
Como mafioso de la vieja escuela, Lenny sabe qué teclas hay que tocar y tiene en cartera a todos los funcionarios, corredores o gángsters necesarios. Con una llamada, Lenny puede hacer desaparecer el papeleo. Pero como le dice su mano derecha, Archy, Londres es una zona cero en estos tiempos de cambio, con mafiosos de alto nivel del Este, criminales hambrientos de la calle y todo un amplio abanico de tipos intermedios tratando de cambiar las reglas del comercio y el crimen.
Con millones disponibles, todo el hampa criminal londinense conspira, choca y se enfrenta entre sí para hacerse con su trozo del pastel. Pero mientras los grandes hombres y los criminales menores luchan a partes iguales por dominar el panorama, el verdadero premio de un trato de varios millones de dólares cae en manos de una estrella del rock drogadicta, el hijastro de Lenny, al que se creía muerto pero que está vivito y coleando.
Por fin he visto una peli que me ha gustado. En principio, mi único interés en ver RocknRolla es porque sale Gerard Butler, un señor que, como Hugh Jackman o Clive Owen, me pone con esas hechuras de tío, tío, de macho un poco brutote que en el fondo guarda su punto romántico. Como no esperaba más de ella, me sorprendió con una trama enrevesada, pero no ininteligible, con profusión de planos congelados y con su humor negro. Cuando un mafioso ruso, que recuerda a Abramovich o como se llame ese magnate que posee un equipo de fútbol inglés, organiza un acuerdo de compraventa ilegal de terrenos, hay millones de dólares en juego, y todo el mundo de la delincuencia londinense quiere participar, desde un peligroso señor del crimen hasta una sexy contable, un político corrupto y unos ladrones de poca monta que acaban por caer simpáticos, tanto que no me extrañaría que se rodase una segunda parte con sus peripecias. Es increíble cómo la historia consigue enganchar de principio a fin, de modo que en los cinco primeros minutos ya nos presenta todas las tramas que van a entrecruzarse y que al final acaban explotando, gracias a un guión perfectamente estructurado y unos personajes muy bien definidos.
Al tratarse de un film coral, Gerard no aparece tanto como me gustaría pero tiene algunas escenas antológicas, como cuando a su personaje, un delincuente machote y en apariencia homófobo, se le declara su mejor colega al que consideraba el terror de las nenas sin sospechar de su verdadera tendencia sexual. No sólo le confiesa el chaval su amor sino que le pide algo que pueda recordar durante su estancia en la cárcel donde tiene que ingresar al día siguiente. No os cuento lo que es por si queréis verla.
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