El Ayuntamiento ha emitido recientemente un informe al director del proyecto de restauración, Marius Beviá, para que dé su opinión al respecto y detalle las actuaciones que faltan. "Estamos a la espera de su respuesta, pero nuestro objetivo es adjudicar de nuevo la obra cuanto antes", concluyó el alcalde.
La restauración del Museo ha vivido acompañada por la polémica desde que arrancaron los trabajos. El primer contratiempo serio llegó cuando los operarios de Clar Rehabilitación se cercioraron de que la obra conllevaba muchísimo más trabajo del que estaba previsto. El edificio, una antigua fábrica que estuvo activa hasta 1975, arrastraba más deficiencias de las que a simple vista se apreciaban. La remodelación del inmueble fue mucho más lenta de lo previsto y en septiembre de 2007, cuando a priori ya debía estar finiquitada, apenas se había avanzado nada.
El Ayuntamiento dio entonces un voto de confianza a la empresa y amplió el plazo de finalización del proyecto al 31 de mayo de 2008. Pero llegó esa fecha y la rehabilitación estaba aún a medio hacer. Tres meses después llegó la puntilla. La mercantil presentó un concurso voluntario de acreedores (antigua suspensión de pagos) en los Juzgados de Madrid y paralizó los trabajos. Hasta hoy.
No obstante, desde entonces ha habido movimientos por las dos partes. Tanto el Ayuntamiento como la empresa han movido ficha y al final el que ha salido ganando es el Consistorio, que ha rescindido el contrato con la firma. Ésta presentó alegaciones para evitar la ruptura de la relación contractual, pero los tres grupos políticos con representación municipal -PSOE, PP y Agrupació d'Independents d'Agost (AIA)- las desestimaron. En ese mismo pleno, la Corporación al completo acordó reclamar a Clar Rehabilitación una indemnización de medio millón de euros por los problemas causados al municipio.
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