DOS VIDAS. DOS REALIDADES: UNA INCONGRUENCIA

En Vallecas se encuentra uno de los mileuristas que antes de la crisis abundaban como los ladrillos. De nombre Anónimo Paso Triste, con la treintena más que superada y con tres hijos, hace un par de semanas se acercaron por la casa que han estado pagando religiosamente durante más de diez años, unos enviados por el banco donde tenían la hipoteca, para avisarles de que en poco menos de un mes tenían que abandonarla si no se ponía al día con los pagos pendientes. El buen Anónimo, nunca se negó, fue la crisis la que le obligó a dejar de pagar ya que desde que se sumó al paro y solo cobra los 420 euros, no tuvo más remedio que elegir entre seguir con la cuota o alimentar a su familia. El banco tuvo la enorme “ gentileza “ de posponer el plazo para abandonar la casa hasta finales de ese mes por el que avanza tristemente por las aceras cercanas a su casa, pensando donde puede encontrar una salida a esa situación, que según el gobierno “es culpa de todos y cada uno de los españoles”, por querer vivir por encima de nuestras posibilidades. Es la única ayuda que ha tenido por parte del gobierno ( los 420 euros ), pero por más que le da vueltas no comparte la opinión del gabinete, pues siempre, hasta ese momento, se había adaptado al sueldo que entraba en casa. Tanto le disgustaba tener la impaciente cuota al final de mes de la hipoteca, que todo lo demás lo fue comprando al contado, nunca pudo disfrutar de lujo alguno, pues prefería dormir con las menos ataduras posibles, y sentarse a la mesa con los suyos sin la angustia de saber que querría cumplir con sus acreedores.

A pesar de todo, dentro de unos días, si no aparece un milagro, perderá hasta el último céntimo que invirtió en la vivienda, a pesar de los grandes sacrificios que eso le ha supuesto, mayor todavía en los últimos meses. Se le ha pasado por la cabeza, quitarse del medio, pero en cuanto imagina a cualquiera de sus tres hijos, se siente obligado a acompañarlos en lo que el futuro les depare, por deprimente que éste se presente.

Sólo le queda una esperanza, todavía le quedan cuatro cuotas de 420 euros por cobrar, luego …Dios proveerá, quiere pensar.

Por otro lado, tenemos a los actores financieros que han creado, gestionado y participado de una manera evidente en esta crisis que ha dejado a tantos anónimos al borde de la desesperación. Uno de estos integrantes creo que se puede decir que ha sido el Excelentísimo Sr. D. Rodrigo Ratico.

Ayer abandonó el barco en un “acto de suma generosidad”, para que el gobierno decida su futuro. Él, con este gesto, ha preferido pasar a engrosar las listas del paro antes de seguir contribuyendo a la ruina de Bankia y de poner más en entredicho al gobierno de Mariano Rajoy. Mientras éste Rodrigo puede abandonar su puesto con toda la tranquilidad del mundo, con las alforjas repletas hasta la más pura exageración a costa de todos y cada uno de los desgraciados que tenían sus inversiones, hipotecas y demás dineros de cualquiera de los anónimos a los que ha dejado sin vivienda, sin tener la más mínima alusión a los que ha arruinado, no solo a ellos, sino incluso a los nietos de éstos.

Y ahora el gobierno se plantea inyectar 10.000 millones de euros en ese banco en vez de ayudar a tantos anónimos, que se han visto arrastrados a la ruina por culpa de todos estos cuervos de corbata, con muchos dineros y poquísimos escrúpulos. 

   DOS VIDAS. DOS REALIDADES. UNA INCONGRUENCIA