El 18 de
mayo de 1912 nació mi tía Concha, la mayor de las hermanas de mi madre. El
vienes pasado cumplió, pues, nada menos que 100 años. Con la ilusión que tenía
de llegar a centenario, lo menos que podíamos hacer era celebrarlo por todo lo
alto. Mirad qué guapa y elegante estaba, cualquiera diría que ha vivido un siglo entero.
Para no
desentonar en tamaña ocasión, oliéndome que iba a ir el personal de punta en
blanco, pasé por el departamento de chapa y pintura de mi cuñada y mi hermana y
estrené un blusón estampado con pedrería en el cuello de estilo étnico. El inconveniente
del blusón es que era muy transparente por lo que tuve que ponerme un top
debajo.
De la
misa no tengo documentos gráficos pues Pedro, poco dado a esas ceremonias, no
asistió. Sí puedo decir que fue muy emotiva. Cantó el coro parroquial; tanto
las lecturas, peticiones y ofrendas (servidora participó en esta última) fueron
llevadas a cabo por miembros de la familia; sus cuatros nietos leyeron unas
palabras de reconocimiento y agradecimiento que me hicieron saltar las lágrimas;
incluso el alcalde pronunció un pequeño discurso y le otorgó el pin del escudo
de Agost.
Cualquier
celebración de los Beneytos es incompleta sin un banquete. Nos encanta celebrar
comiendo, no lo podemos evitar. De modo que nos dirigimos al restaurante Nou
Palacio cuyo salón principal cerró para nosotros solos, no en vano el número de
invitados superaba al de los años cumplidos. Antes de entrar los invitados se
lanzó un castillo de fuegos artificiales.
Os copio
el menú tal como figuraba en los pergaminos individuales para cada comensal:
Aperitivos:
Frutos
secos, Jamón Gran Reserva, Queso Oveja, Queso Curado, Embutidos Ibéricos, Calamar
a la Romana, Pescadito de Bahía, Chipirones, Gambitas al Montón.
Menú a
Elegir:
Dorada,
Lubina, Emperador, Cordero o Solomillo Cebón (con guarnición)
Postres:
Tarta,
Helado, Fruta Natural, Café, Infusiones
Bebida:
Cerveza,
Refrescos, Sidra, Cava
Vinos:
Blancos:
Anares Terranova Verdejo; Rosados: Lambrusco; Tintos: Puerto de Alicante,
Torrevellisca
Como
postre principal, se partió una tarta de diez pisos, uno por cada década de
vida. El ágape fue amenizado por un cuarteto local que lo mismo cantaban
habaneras, que boleros que rancheras, sin faltar la popular Clavelitos. Por supuesto, la más coreada
fue el Cumpleaños feliz.
En fin,
que nos lo pasamos en grande. A eso de las 2 de la madrugada Pedro y yo emprendimos
el camino a casa, contentos por el buen rato pasado.
2 comentarios:
Me faltan otros 50!!!!! Ya en serio, que bien se ve tu tía y que bello que toda la familia la celebre, razón para estar todos juntos. Pero mención especial para ti, que luces guapísima y muy elegante, aunque diría que algo atrevida con semejante blusa transparente (es broma jejeje). Felicitaciones!!!
Eso sí que es suerte, tu tía, en vez de celebrarle misa de difunta bastantes años atrás como la mayoría de los mortales, celebra misa de vida, porque todavía la tiene a los cien años, y vida de calidad, pues la mujer se ve la mar de bien.
Y tu blusón étnico, un èxit, a disfrutar estrenant coses, ara que la roba està assequible.
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