El domingo pasado volvió a haber comuniones. Me asomé, pues, a la Pasarela
Cibeles. Con el sol que caía, todo el mundo iba buscando sombras. Encontré un
sitio privilegiado, no solo por su situación estratégica sino porque detrás de
mí estaban tres reputadas enteradas del pueblo que iban comentando las imágenes
conforme pasaba el personal; así me enteraba de quién es quién, quién se ha
separado de quién y se ha juntado con quién, de si tal señora había repetido el
traje de cuando fue madrina de la boda de su hijo o fíjate en qué taconazos
lleva aquella otra. Asombroso. Como si hubiese tenido detrás a Jesús Mariñas,
Lydia Lozano y María Patiño, por citar tres pesos pesados del cotilleo patrio.
Así da gusto, con profesionales del ramo. A ver si las localizo el domingo
próximo y me pego a ellas como una lapa.
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3 comentarios:
El chisme es nocivo pero de vez en cuando nos saca de la rutina y conocer de los demás nos saca el chismoso que todos llevamos por dentro jejejejeje.
Conta'm, conta'm jaja...
Jejej, qué majas las señoras informadoras. Se miran al espejo las susodichas? Sin acritud , ehhhh
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