El viernes se nos fue Carmen, la más activa y dicharachera de mis alumnas,
siempre con ganas de hacer de todo. Además de a mis clases y a otras
actividades, asistía a un curso de bailes de salón. Hará poco más de un mes nos
enseñó el traje que tenía preparado para la demostración de fin de curso donde
cantaría también un pasodoble con su voz tan entonada.
Devotamente dedicada a
velar por la delicada salud de su esposo, que había sufrido varias
intervenciones quirúrgicas, fue su propia salud quien le jugó una terrible
pasada y en apenas unas semanas de hospitalización nos arrebató su compañía.
Me
enorgullece decir que fui su maestra, pero más aún constatar que fui su alumna
pues aprendí muchísimo de su carácter y de su experiencia. Descanse en paz.
2 comentarios:
Ver que se nos adelantan en el camino es sumamente triste y desolador pero quedan presentes en nuestras mentes y nuestros corazones y jamás nos dejarán si los seguimos recordando con tanto cariño. Descanse en paz.
Vivirá en el recuerdo de sus hijos.
Publicar un comentario