Sinopsis:
La tímida asistente social Sandy Davis sólo tenía un vicio: al oscurecer, espiaba a sus vecinos durante sus momentos más desinhibidos. Noche tras noche, detrás de cada ventana, en cada dormitorio anónimo, Sandy encontraba material para sus fantasías más salvajes. No hacía daño a nadie. Era sólo un juego. Nadie se iba a enterar. Hasta que una noche sonó el teléfono… «−Has sido una niña mala.» Él se hace llamar Justice, y también tiene una afición: observar cómo Sandy observa a los demás. Tiene fotos que lo demuestran. Ahora le toca jugar a él.
El boom de Gray ha provocado que se reediten novelas de explícito contenido erótico. Así, esta se publicó en 2008 bajo el título de Bad girl y supongo que tendría el escaso éxito que se merece. Quizá pensaron que el título actual tendría más morbo.
La lástima es que tiene un buen punto de partida y la protagonista se desmarca de los cánones al uso, pero no tarda en convertirse en una sucesión de encuentros sexuales. A pesar de la escasa calidad, ningún problema. El inconveniente llega cuando la trama quiere devenir historia policiaca con un mafioso sádico. Llegado este punto, me resultaba tan desagradable como previsible, así que fui pasando páginas hasta alcanzar el final feliz. Como punto positivo, apenas son unas 300 páginas.
1 comentario:
Habrá que ver bien cual o tal novela vale la pena leer, porque cuando se vuelve una novedad, todos quieren aprovecharla y publican lo que sea.
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