martes, 13 de noviembre de 2012

Pasión en la isla


Sinopsis:
Lady Catherine Adley, joven y exquisitamente hermosa, había sido educada por las gobernantas más formales de Inglaterra y había asistido a las mejores escuelas, pero Jonathan Hale hacía que se sintiera como una vulgar zorra. El lujurioso pirata había atracado el barco que llevaba a Catherine desde Portugal rumbo a Inglaterra: le había perdonado la vida a cambio de una noche de salvaje y desatada pasión.

Arrastrada a Las Palmas, una apartada isla habitada por piratas, ella sólo anhelaba la oportunidad de matar a Jonathan. Pero el deseo de él no tenía límites y muy pronto la carne de Catherine clamaba por su experto contacto. Cuando los ingleses la rescataron y tomaron prisionero a Hale, la joven se encontró implorando por la vida del hombre al que había prometido matar.

Este verano compré en un kiosco este libro y su continuación por solo 5 €, un precio la mar de razonable. De acuerdo, la mayoría de las novelas románticas, sean de caballeros medievales, piratas, seres sobrenaturales o piratas en este caso, no suelen destacar por su calidad precisamente, pero vienen bien para momentos de neurona perezosa. Además, a menudo incluyen escenas tórridas que tienen mucha gracia.

Con estas premisas me enfrenté a esta novela. Pronto empecé a sentir un sabor de boca desagradable. El aguerrido pirata, por muy atractivo que sea, se revela como un maltratador en toda regla, de los que se arrepienten pero reinciden. Las escenas de sexo tienen regusto de violación, sin preliminares, a lo bruto. Y la muy estúpida de la protagonista cae víctima de un síndrome de Estocolmo que carece de justificación.

Como la continuación siga por el mismo camino, irá al contenedor azul de reciclaje.

1 comentario:

Johnny dijo...

Para pasar el rato, no para enriquecer el acervo cultural verdad?