lunes, 2 de noviembre de 2020

Y Julia retó a los dioses

 


Sinopsis:

Mantenerse en lo alto es mucho más difícil que llegar. Julia está en la cúspide de su poder, pero la traición y la división familiar amenazan con echarlo todo a perder. Para colmo de males, el médico Galeno diagnostica que la emperatriz padece lo que él, en griego, llama karkinos, y que los romanos, en latín, denominan cáncer. El enfrentamiento brutal entre sus dos hijos aboca la dinastía de Julia al colapso. En medio del dolor físico y moral que padece la augusta, cualquiera se hubiera rendido. Se acumulan tantos desastres que Julia siente que es como si luchara contra los dioses de Roma. Pero, en medio del caos, una historia de amor más fuerte que la muerte, una pasión capaz de superar pruebas imposibles emerge al rescate de Julia. Nada está perdido. La partida por el control del imperio continúa.


A pesar de su considerable extensión, disfruté del premio Planeta 2018 Yo, Julia, cuya lectura me ocupó buena parte de este verano. Dada que esta continuación se acercaba a las ochocientas páginas también, mi primera intención fue posponerla para el próximo estío cuando dispusiera de más tiempo libre. No obstante, considerando mi memoria de pez, decidí que sería mejor ocuparme del libro ahora que tenía frescos los personajes. Además, a qué negarlo, sentía curiosidad por leer cómo seguía la vida de una mujer tan excepcional como la divina Julia.

El acierto de Santiago Posteguillo es, entre otros, saber transmitir la grandeza de un personaje que tuvo que luchar con su inteligencia y sus armas de mujer para sobrevivir y prosperar en un mundo de hombres, donde la traición, la conjura, el asesinato estaban a la orden del día, y, además, consideraba a la mujer un ser de segunda categoría, algo por encima de los esclavos, meros electrodomésticos avant la lettre.

Apasionante la recreación histórica, cuya minuciosidad no llega a incomodar. Destacaré la figura de Galeno, padre de la medicina, desesperado porque, por motivos religiosos, no le permitían diseccionar cadáveres y así poder entender el funcionamiento del cuerpo humano.

 


2 comentarios:

mabi dijo...

Sin duda, retrata la fuerza de iuna mujer. Lo influyente que era. Una recreación impresionante. Me encantó, el libro

Conchi dijo...

Gracias por tu comentario, Mabi.