Sinopsis:
La línea entre la realidad y la fantasía comienza a desdibujarse para un hombre que visita una misteriosa isla frente a la costa británica.
A priori, una colaboración entre HBO y Jude Law me ofrecía ciertas garantías de calidad, como El joven papa. Tras el primer episodio, para mi pasmo, mi equivocación quedó patente. No había quien entendiese aquella historia confusa, de atmósfera malsana, de una sociedad inmersa en una especie de secta enfermiza, donde el alelado del personaje de Jude Law anda pasmado entre unos seres desquiciados. Y así dos episodios más, cada cual más violento y morboso que el anterior. Cuando acabó, me apené por las tres horas perdidas en mi vida viendo semejante bodrio.
Pensando que había acabado, me sorprendió que se alargaba tres capítulos más. Y, masoca de mí, voy y los veo. ¿Se arregló la serie? Qué va. Otras tres horas perdidas. Al menos tiene un final cerrado para ciertos personajes. Del resto, ni idea. Eso sí, como surjan más episodios, os aseguro que no me molesto, que mi masoquismo tiene un límite.
1 comentario:
Bueno, por lo menos le diste una oportunidad. Lástima que te decepcionase, pero entre tanta serie, forzoso es que alguna sea más bien de relleno y totalmente prescindible. Pues es una pena, porque el argumento me parece muy en la línea de las historia de Lovecraft y podría haber salido un producto interesante.
Pero yo no diría que se han perdido seis horas, mujer.
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