Sinopsis:
Un joven de dieciséis años ha sido brutalmente asesinado. Un brillante equipo policial, dirigido por el experto criminólogo Torkel Höglund y el eminente psiquiatra criminal Sebastian Bergman, sigue la pista al asesino. Todo son callejones sin salida y secretos por todas partes. Un misterio de difícil resolución y una trama adictiva hasta el insomnio.
Este libro me lo prestó mi amiga Mariló tras recomendármelo con ahínco. Admito que se lo acepté sin mucho convencimiento. Me alegra haberme equivocado.
Pertenece al subgénero de novela negra sueca, que tan buenos ratos de lectura nos ha dado a los aficionados a la resolución de crímenes en una sociedad tan hermética por dentro como idílica por fuera como parece la sueca.
Y es que hay que ser de una pasta especial para vivir con tan bajas temperaturas, tan aislados unos de otros, al menos desde el punto de vista de una sociedad mediterránea. No parece el caldo de cultivo propicio para las bajas pasiones, tan ligadas a la sangre caliente. Es evidente que en todas partes cuecen habas.
Al parecer, este es la primera entrega de una saga sobre el narcisista psicólogo Sebastian Bergman, un tipo con tantos defectos como virtudes él cree que posee, lo que lo convierte en un personaje más interesante. Por cierto, me ha encantado el giro final sobre la paternidad de Sebastian. Quizás algún día lea un título más de la colección.
1 comentario:
A mí también me han gustado algunas novelas nórdicas de este género, y seguro que leeré más. Teniendo en cuenta que vamos camino de convertirnos en suecos a la fuerza, no estará de más documentarse con este tipo de novelas para hacer tolerable el difícil proceso de adaptación.
Creo que lo que peor llevaré es lo de cenar a las 6 como muy tarde y levantarme a las 5 de la mañana. En mi opinión, ésas son condiciones que llevan a cualquier persona a convertirse en un asesino, aunque sólo se mate la vida social.
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