Año 1992. Celia, una niña de 11 años, vive con su madre y estudia en un colegio de monjas en Zaragoza. Brisa, una nueva compañera recién llegada de Barcelona, la empuja hacia una nueva etapa en su vida: la adolescencia. En este viaje, en la España de la Expo y de las Olimpiadas del 92, Celia descubre que la vida está hecha de muchas verdades y algunas mentiras.
Pues he tenido que esperar, pero ha merecido la pena, para ver esta película. Pasando de largo aquí en Jaén en sesiones comerciales fue programada para el pasado noviembre para los "Encuentros con el cine español", pero suprimida por el COVID, ya que cerraron los cines. Ahora he tenido ocasión de verla en este mes cuando han vuelto a abrir. Muy buena película que retrata perfectamente el año 1992, un colegio de monjas en las que se imponía la disciplina que suele imperar y la historia principal en la que una madre (Natalia de Molina) se quedó embarazada de soltera y dio a luz a una niña (interpretada por Andrea Fandós), puede chocar que en el año 1992 ese tema ya estaba completamente superado pero procediendo de un pueblecito rural que anda aún atrasado de mentalidad, pues surgen los problemas. Muy bien interpretados los principales papeles, la niña protagonista y las amigas bordan sus papeles y Natalia de Molina que le vuelve a tocar de hacer de una madre sufrida tras "Techo y comida". Comparo esta película con un capítulo de "Cuéntame", nos sirve de ventana para retroceder en el tiempo. También en cuanto al tema del despertar de la sexualidad me recuerda aquellas encantadoras películas de Summers como "Ya soy mujer" o "Adios, cigüeña, adiós". Otra cosa que me ha llamado la atención es el formato de imagen 4:3, (no se si acertado o no, es mi opinión), cuando la veamos en una Smart TV, se verá en un cuadro central. Recomendable película. A lo mejor Conchi, ya la habías comentado antes, ya miraré.
1 comentario:
No, no la he comentado porque no la he visto.
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