Sinopsis:
La inspectora Indira Ramos apura sus últimos días de excedencia en un pequeño municipio de Extremadura. Cuando, después de casi tres años, llega el momento de abandonar su retiro y regresar a su trabajo en Madrid, se ve incapaz de enfrentarse al subinspector Iván Moreno, al que oculta un enorme secreto. Pero ambos tendrán que volver a trabajar mano a mano para resolver el mayor rompecabezas criminal de la historia contemporánea de España: en una gasolinera han aparecido las huellas dactilares del que fue durante muchos años el hombre más buscado del país.
Conocí a la peculiar inspectora Indira Ramos en la novela de Santiago Díaz El buen padre. En su reseña avancé que formaba parte de una trilogía cuyo segundo libro acabo de disfrutar.
Aquí casi cede el protagonismo al antagonista, nada menos que el criminal más buscado de España. Aunque quizás no debiera, voy a escribir su nombre porque creo que no destripo nada ya que se revela a las pocas páginas de las más de cuatrocientas que contiene. Se trata de Antonio Anglés, el asesino de las niñas de Alcàsser. El planteamiento ya despierta el interés: ¿Qué pasaría si se le encontrase cuando los crímenes han prescrito ya?
Si el hilo central es apasionante, no lo es menos el desarrollo de las relaciones entre los personajes que giran en torno a Indira, tanto en su vida personal como profesional.
Tengo muchas ganas de concluir la trilogía con el volumen que lleva por título el nombre de la inspectora, pero lo dejaré para más adelante, que ahora me apetece cambiar de género literario.
2 comentarios:
Me gusta, buscare de conocerla!!!
Si no la encuentras, te la puedo buscar en digital
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