Sinopsis:
Glasgow, enero de 1973. Cuando un joven, casi un adolescente, dispara a una chica en mitad de una céntrica calle y después se suicida, el detective McCoy tiene la convicción de que no se trata de un acto de violencia aislado. Mientras lidia con un compañero novato, McCoy utiliza sus contactos para acercarse a la familia más rica de Glasgow, los Dunlop, pues allí le llevan sus pesquisas.
El género de novela negra es el más solicitado en la biblioteca de Agost y por algo será.
Aunque la escritura de esta novela es contemporánea, Alan Parks, el autor, sitúa la acción en el Glasgow de los años setenta, época que no es la habitual, por lo menos en mis lecturas. Por supuesto, nos arrastra a los más bajos fondos, aunque también visita las mansiones más elitistas cuyos habitantes tienen el alma más corrupta que los mafiosos, drogadictos, prostitutas y demás de los peores barrios.
Henry McCoy, el policía protagonista, es un personaje que se merece seguimiento y he leído que con esta novela el autor ha iniciado una serie de libros con él como hilo conductor. Si se me presenta la ocasión, quizás la continúe.
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