Quién iba a imaginar que la web del diario deportivo Marca se ocuparía de promover Agost, aunque hay que rectificar que ya somos 5000 habitantes.
A tan solo unos 18 kilómetros de Alicante se encuentra Agost, un pequeño pueblo que parece detenido en el tiempo. Rodeado de montañas, es conocido por sus casas de fachadas blancas, sus calles empedradas y un ambiente tranquilo con poco más de 4.700 habitantes.
A pesar de su tamaño, este lugar cuenta con un tesoro que le diferencia del resto de sus vecinos: la tradición alfarera, un oficio que ha pasado de generación en generación y que sigue vivo gracias a sus artesanos.
Lo que convierte a Agost en un lugar tan especial es su capacidad para conservar y transmitir una técnica ancestral que pocos conocen. Los alfareros locales siguen utilizando el mismo proceso que sus antepasados para fabricar botijos, cántaros y otras piezas de cerámica.
El secreto está en el uso del barro blanco de la zona, una arcilla que adquiere propiedades únicas gracias a las balsas de decantación, o 'colaor'. En estas balsas, la arcilla se mezcla con agua para formar una emulsión densa, parecida al chocolate, que luego se utiliza para modelar las piezas a mano.
Una vez moldeadas, las piezas se cuecen a altas temperaturas en hornos tradicionales, lo que les da su dureza y las características que permiten, por ejemplo, que el agua almacenada en los botijos se mantenga fría durante más tiempo.
1 comentario:
Pero no hablan del Agost FC ??? 🤪🤪
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