Sinopsis:
Hace años que Nicolás Valdés se alejó de su pueblo natal en la sierra madrileña dejando allí su pasado. En este tiempo se ha convertido en el inspector de policía más prestigioso del país y ha conocido la oscuridad más tenebrosa de la mente de los psicópatas. Sin embargo, un violento asesinato le obligará a volver y enfrentarse a quienes quiso olvidar y a las leyendas del lugar, que llevan demasiado tiempo ocultas… Mientras intenta investigar el suceso en contra del deseo de las autoridades locales, los habitantes de la zona insisten en una teoría legendaria: el quebrantahuesos, una criatura asesina que vuelve cada cuarenta años. Y esta vez no se detendrá hasta saciar su ansia de sangre.
Hace tiempo que tenía pendiente la lectura de la última novela de Blas Ruiz Grau, tras prometer en El cuento del lobo que seguiría sus pasos literarios.
Resulta que este libro pertenece a la saga de Nicolás Valdés, el inspector protagonista de esta y otras tres novelas anteriores que no he leído. Por fortuna, como bien explica el autor en el prólogo, no es preciso conocerlas para disfrutar del argumento, aunque no tengamos familiaridad con los personajes.
Blas nos introduce en una comunidad pequeña, que podría ser un pueblo como el mío, aunque es el del protagonista, azotado por crímenes cuya autoría se debe a un asesino en serie o a un ser mítico. Nos conduce por la labor policial suya y de su equipo, mediatizada por las relaciones personales que dejó en su juventud, por lo que lo conocemos en su doble vertiente de persona y de profesional. Además, la acción y los giros argumentales, junto a su amena y correcta escritura, la hacen recomendable.
Posdata de octubre de 2024:
Este libro lo leí en digital. Como me gustó tanto, he querido tenerlo en papel, con el atractivo añadido de la dedicatoria y la firma del propio autor en Alicante True Crime.
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