La mañana del sábado 26 de octubre fuimos a Jerez de la Frontera,
Pocos lugares en España gozan de un reconocimiento internacional como el que disfruta Jerez. Gracias a su vino -el “jerez” o “sherry”-,la tradición ecuestre y taurina, el flamenco y el motor, el nombre de esta ciudad andaluza hace mucho tiempo que traspasó fronteras.
Los monitores nos comentaron que ya no se visitaba una de las numerosas bodegas porque la mayoría de los viajeros de nuestras características no podían compatibilizar el vino y la cantidad de medicamentos que tomaban. No es mi caso, pero tampoco bebo vino, así que no me importó. Aun así, aquí estoy con el Tío Pepe.
Mi hermana y yo entramos en la catedral, cosa de la que prescindieron la mayoría de mis compañeros porque había que pagar entrada. Lo mismo pasó con la catedral de Cádiz.
1 comentario:
Muy bonito lugar para pasear y, en esas fechas, divinamente. Yo fui hace unos años en julio, y no se podía respirar... Pero aún así, fantástica zona.
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