Sinopsis:
1975. A un pueblo de esa España que empieza a vaciarse llega la nueva maestra con sus hijos. El más pequeño es David. La vida del niño consiste en ir a la era, desollarse las rodillas, asomarse a un pozo sin brocal y viajar cerrando los ojos en el ultramarinos. Hasta que llega una cuidadora a casa y sus vidas cambiarán para siempre. De Emérita, David aprenderá todo lo que hay que saber sobre las cicatrices del cuerpo y las heridas del alma. Gracias al chico, ella recuperará algo que creyó haber perdido hace mucho.
Mi última lectura ha sido Los ingratos, de Pedro Simón, premio Primavera de 2021, que será el próximo que comentemos en el club de la biblioteca. Por el apelativo del título se refiere a nuestra generación, los que fuimos niños en los años setenta y quizás no valoramos lo suficiente a los que nos cuidaron entonces.
La novela es un canto a la nostalgia, a un modo de ver y vivir la vida que ya ha desaparecido, con multitud de referencias a aquellos tiempos que nos sacan una sonrisa a la par que nos hacen pensar en cuántas décadas llevamos a las espaldas. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? No creo. Lo que pasa es que éramos niños o jóvenes en plenitud de energías y ganas de descubrir el mundo.
El estilo narrativo es en apariencia sencillo, pero se nota el trabajo de buscar la palabra justa. A propósito, destila amor por la expresión escrita y la buena ortografía, una delicia.

No hay comentarios:
Publicar un comentario