Dos familias

 

Sinopsis:

Ambientada en el bucólico condado de Cornualles, narra la pesadilla de dos parejas que descubren que sus hijos pequeños fueron intercambiados al nacer por un error cometido en el hospital. Ahora se enfrentan al cruel dilema: ¿nos quedamos con el niño que hemos estado criando o reclamamos a nuestro hijo biológico?

Uno de los dilemas que plantea esta miniserie es si alguien es de donde nace o de donde pace, si la sangre es más espesa que el agua, que dirían los anglosajones.

Empieza in medias res para crearnos desasosiego desde el principio y desde luego que lo consigue. Desde ahí va cuesta abajo y sin frenos. Incluso la revelación de un posible misterio es inútil ya que se intuye al poco de conocer a los personajes, quizás tirando al maniqueísmo, porque el malo es de lo peor mientras que el bueno lo es tanto que parece tonto y dan ganas de darle un par de bofetadas para que reaccione.

La lástima es que el cuarteto protagonista son excelentes actores. Reconozco mi debilidad por James Norton desde que lo vi en Grantchester, y eso que los rubios no suelen ser de mi devoción.