sábado, 27 de mayo de 2023

Cristo y Rey

 


Sinopsis:

Madrid, 1979. Ángel Cristo es el mejor domador del mundo. Bárbara Rey, actriz y musa del destape, la mujer más deseada de España. Desde que se conocen hasta que anuncian su matrimonio transcurren solo unas semanas. Es la boda del año y la noticia copa las portadas de todas las revistas. El Circo de Bárbara Rey y Ángel Cristo se convierte en el espectáculo de moda; un negocio millonario. Dinero, fama, lujo… Nueve años de relación en los que España fue testigo de la felicidad de la pareja: el nacimiento de Angelito y Sofía, la compra de coches deportivos, joyas, un ostentoso chalet en La Moraleja... Lejos de los flashes, sin embargo, se esconde una escalada de drogadicción, ludopatía, infidelidades y malos tratos... Y, de fondo, la sombra de la relación de Bárbara con un poderoso hombre de estado.


Parece que está de moda realizar series sobre las vidas azarosas de personajes populares españoles de décadas pretéritas. No estoy en contra, siempre y cuando estén bien hechas, bien documentadas, aunque sea difícil encontrar actores que se les parezcan de tal modo que puedan pasar por dobles. Y ahí es donde entra el talento interpretativo.

Objetivamente, ni Belén Cuesta ni Jaime Lorente se parecen a Bárbara Rey y a Ángel Cristo. No obstante, conforme avanza la trama me los creo, al igual que a otros secundarios, mucho más agraciados que los personajes a los que encarnan. Como Cristóbal Suárez, al que conocí en 2017,mucho más guapo que el emérito.



Resulta curioso revisitar las últimas décadas del siglo XX español, con gente y situaciones que recuerdo de aquella televisión única, desde la perspectiva del siglo XXI, para observar cómo ha cambiado la mentalidad, aunque debería evolucionar más, cómo se crucificaba a las mujeres por querer disfrutar de su sexualidad, cómo se tapaba el maltrato de género, o cómo se aceptaban las infidelidades (en especial, las monárquicas), por poner tres ejemplos.

Buscando la foto que ilustra la entrada, me he topado con críticas pésimas. Pues a mí me ha gustado, qué queréis que os diga. 



No hay comentarios: