Elizabeth. La edad de oro

Vi anoche en dvd, Elizabeth, la edad de oro, la secuela de la ganadora de un Oscar Elizabeth (1998). Al igual que su predecesora mantiene en el reparto a los ganadores de un premio de la Academia, Cate Blanchett y Geoffrey Rush. Esta vez el encargado de hacer suspirar a la reina será Clive Owen, pedazo de hombre, de lo más viril y atractivo que he visto en los últimos tiempos.

Esta nueva película viene a poner de manifiesto el dilema interno de una de las mujeres más poderosas del mundo. Sabiendo cuál era su destino y el juramento que había hecho a su país, supo prescindir de la mujer interior, que despertaba los instintos más básicos. Su atracción ante Owen es tal, que para no dejarlo escapar, sugiere a una de sus damas de compañía que pase más tiempo con él. Lo que Elizabeth no sabe es que entre ellos surgirá el amor, que hará en ella despertar la ira. Una historia de amor, celos, venganza, traición donde su majestad deberá proteger sobretodo a su país de la amenaza española. Luego deberá defenderse ella misma de su propia familia, que desea más que nunca el trono. Por último deberá olvidar el amor y dejar de lado sus sentimientos y cumplir así con la promesa que hizo al llegar al trono.

Me habían hablado mal de la peli tildándola de maniquea: los ingleses son buenísimos y los españoles, lo peorcito de la humanidad. Tampoco es eso, porque se ve cómo torturan los hijos de la pérfida Albión, que ríete tú de la Inquisición. También se han quejado de que Felipe II da una imagen tergiversada de meapilas, encorvado y con dificultad para moverse. A mí me parece que Jordi Mollá lo borda; no sé si a propósito, su voz me recuerda a la de Franco, lo que lo hace aun más siniestro y ajustado a lo que el rey representaba.No soy una experta en el tema para dudar de su veracidad histórica, pero a mí me pareció bastante verosímil, en general. No me hace falta comentar la exquisita ambientación, vestuario, maquillaje, peluquería, etc., pues se da por sentada en producciones británicas como ésta.