Sinopsis:
Antes de ser Wonder Woman era Diana, princesa de
las Amazonas, entrenada para ser una guerrera invencible. Diana fue criada en
una isla paradisíaca protegida. Hasta que un día un piloto norteamericano, que
tiene un accidente y acaba en sus costas, le habla de un gran conflicto
existente en el mundo [Primera Guerra Mundial]. Diana decide salir de la isla
convencida de que puede detener la terrible amenaza. Mientras lucha junto a los
hombres en la guerra que acabará con todas las guerras, Diana descubre todos
sus poderes y su verdadero destino.
El miércoles pasado fuimos al cine a ver Wonder Woman.
Cuando en medio del metraje me dan ganas de mirar la hora, mal asunto. Para mí
que le sobra un trozo.
En cuanto a la película, había leído cierta aceptación
por tratarse de una superheroína feminista. Quisiera comprar la idea de que un
mundo dirigido por mujeres sería más pacífico. Sin embargo, el análisis somero
de tres personajes femeninos me desmonta el chiringuito. Por una parte está la
protagonista, "la mujer más bella del mundo", como la califica
alguien, y todas las amazonas, mujeres guerreras y justas, además de
hermosísimas, que viven en un mundo sin guerras. Por otra, encontramos una
mujer mala (una desaprovechada Elena Anaya) que, mira qué casualidad, es fea
porque tiene la cara desfigurada. Llamadme malpensada pero yo leo una igualdad
bondad-belleza que poco favor hace al feminismo. ¿Y la otra mujer? La gordita
simpática que ayuda a la guapa. Quizás sea una lectura simplista pero eso me ha
parecido.
En el terreno maromil, reconozco que Chris Pine es muy mono pero no
me hace ni frío ni calor.
Efectos especiales estupendos, lo que ya damos por
sentado. No me convenció, la verdad.
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