Sinopsis:
Álex Ventura, un joven e inexperto diplomático, se ve convertido sin proponérselo en el líder de una misión que pondrá a prueba todas sus convicciones: recuperar el tesoro submarino robado por Frank Wild, un aventurero que recorre el mundo saqueando el patrimonio común de las profundidades del mar. Conformando un singular equipo con Lucía, una funcionaria de armas tomar, y Jonas Pierce, un brillante abogado norteamericano apasionado por las viejas historias de piratas, Álex emprenderá la aventura de su vida, descubriendo la importancia del amor, la amistad y el compromiso con aquello en lo que uno cree.
Pedro y yo nos pegamos un maratón y vimos los seis episodios de esta serie dirigida por Alejandro Amenábar y basada en la muy disfrutable novela gráfica El tesoro del Cisne Negro que encargué por préstamo interbibliotecario en cuanto supe del proyecto de la serie. Como veis, el nombre de la fragata ha sido cambiado, supongo que por razones comerciales. Aparte de eso, en líneas generales, es bastante fiel, por lo que recuerdo.
Como intervienen personajes españoles y estadounidenses, estos últimos hablan en inglés, así que buena parte del metraje está subtitulada. Menos mal que casi toda la población sabe leer, porque pedir que entiendan inglés son palabras mayores, incluso para mí. La serie es entretenida y también adictiva, crea la necesidad de saber cómo se van a defender un grupo de funcionarios españoles frente al dinero y los juzgados del gigante americano. Por cierto, la imagen del funcionariado es positiva, no tanto la de la clase política y menos aún la de los que operan subrepticiamente, quizás desde las cloacas. Un descubrimiento el chaval protagonista, Álvaro Mel, al que conocí en La otra mirada, una sorpresa Ana Polvorosa y los siempre solventes Karra Elejalde, Blanca Portillo y Stanley Tucci, entre otros.
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