Mujer tenía que ser

 

Sinopsis:

Con grandes dosis de humor y frescura, y un punto de vista orgulloso, Tania reivindica la libertad de las mujeres de vivir en su piel sin necesidad de validez externa, sin ser juzgadas o cuestionadas por nadie que no sea una misma. Sin el permiso de los hombres, de la sociedad, de los medios, de las redes.

Tania Llasera es una mujer que tiene el don de caer simpática, aunque supongo que tendrá sus detractores también. Cuando alguien famoso se mete a escribir, confieso que no puedo evitar cierta prevención. Infundada, en este caso, porque este no es el primer libro que publica la autora, lo que yo ignoraba. Tiene soltura para redactar y no le he encontrado faltas, dos puntos a su favor.

He disfrutado buena parte de sus reflexiones y reivindicaciones, y me adhiero a su campaña de sororidad y aceptación propia. También es verdad que los capítulos sobre la maternidad y la falta de ella los he leído muy por encima, que no me interesan mucho.

Tengo algo que reprochar a Tania Llasera, no obstante. Cuando por las razones que fuera aumentó de peso, se batió el cobre por la corriente de body positivity. Bien por ella. A las mujeres con sobrepeso nos gustaba encontrar un referente de una famosa guapa e inteligente que luchaba por nuestros derechos. Pero tan pronto pudo se puso a perder kilos como una posesa. Qué suerte, ella que puede. Pero, claro, no piensa en el resto que nos sentimos traicionadas. Ahora defiende el body neutrality, para que cada mujer se sienta a gusto en su cuerpo, sea el que sea. No me tomes más el pelo, por favor.