El día 3 por la mañana nos acercamos a Castellón ciudad, a unos 7 km del hotel.
El autocar nos dejó en la plaza de María Agustina donde pudimos apreciar el ficus centenario, uno de los símbolos de la ciudad.
Paseando llegamos al centro, a la Plaza Mayor, con la concatedral de Santa María la Mayor y la torre del Fadrí. que se caracteriza porque está separada de la catedral, a diferencia de otros campanarios que se encuentran integrados en el mismo edificio eclesiástico.
Mi hermana quería ver la Virgen del Lledó. Aunque no nos aconsejaron llegar hasta allí por la distancia y porque parte del trayecto estaba en obras, no nos disuadieron y, bajo un sol de justicia, a paso ligero llegamos.
Por cierto, en el camino estaba la estatua de Tombatossals, un mítico gigante de carácter bueno y forzudo, el cual, según cuenta la leyenda, fundó la ciudad de Castellón de la Plana.
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