Sinopsis:
Erin Collantes, una profesora británica en España, se ve envuelta en un robo en un supermercado. Cuando uno de los ladrones afirma reconocerla, su tranquila vida en Barcelona amenaza con desmoronarse.
De esta miniserie de Netflix lo primero que se agradece es eso, que se cierre en siete episodios.
Se deja ver más o menos si no se tiene grandes pretensiones, porque la historia no es muy original que digamos: expolicía que cambia de identidad y localización para huir de su pasado y la acaban por descubrir sus enemigos.
Me llamaba la atención que dicha localización sea Barcelona, que suele ser tan fotogénica, pese que aquí se le saque poco partido, más que nada porque la mayor parte trascurre en un barrio residencial de ricos que lo mismo podría ser en cualquier otro lugar de habla inglesa, que es lo que parece, a pesar del sol y la playa.
No hay quien se crea que la mujer que da título a la serie sea tan superwoman, que la machacan a palizas y tiros que no le impiden seguir corriendo y peleando. Prerrogativas de la ficción, lo sé.
En fin, la he acabado de ver por acompañar a Pedro, que no vemos muchas series juntos. Ojalá afinemos más la próxima vez.
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