Hace dos sábados volví a coger el bus con cuatro Guapetonas. Nos quedamos en San Vicente con la idea de comprar el regalo de cumpleaños para otra del grupo. Dejarnos sueltas por una zona comercial es un peligro: comprando cosas para nosotras mismas casi olvidamos el objetivo principal. Menos mal que a la cumpleañera le gustaron los regalos. Por supuesto, hubo tiempo para merendar en una heladería que cerraba sus puertas al día siguiente hasta la primavera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario